LA BATALLA DE LAS FLORES
A Javier Mohedano
Alegrías que nos brinda el día:
ver venir la Paquera
por la calle Montero,
encarando los dolores
encalando la mañana
abriéndose la blusilla,
desafiando a las burraquillas
de la calle Polacas
o la calle Badanas;
canturreando:
Os perdono los palizones
a la Chicharito,
si ella me escuchara…
Ya no nos señala
el dedo de la patatera
de la calle Montañas,
que con la libertad
ya no hay mariconas
como las de antes,
ya no se hacen locuras
como las de antes
y ni falta que hacen
y menos mal,
y menos menos.
Yo no me escondí
como otras,
disimulando
que acariciaban la crin
del caballito del bar Manolín.
Os hemos perdonado, catetos.
O como diría un italiano:
le hemos puesto al asunto
una piedra encima.
Que se junte lo más granado,
tiempo hay de repasarle las bajeras al tiempo;
ahora hay sitio para todos:
ancho es el mundo en el bar Pancho.
Copy foto: Giulia Reche